ACALDES POPULARES DE
FLORENCIA
UNA HISTORIA HECHA A RETAZOS
A partir del Acto
Legislativo 01 del 9 de enero de 1986, que permitió la elección popular de
alcaldes en todo el país, cuando Belisario Betancourt Cuartas ejercía la
presidencia y el Registrador del Estado Civil, Humberto de la Calle Lombana se realizó la primera elección, el 13 de marzo
de 1988 y empezaron sus mandatos, el primero de junio para un período de dos años,
como aconteció con el siguiente elegido. Luego vinieron períodos de 30 meses a 3 alcaldes y a partir de esa elección son de 4 años.
Caquetá para aquella época
pasaba por una crisis gubernamental, como nunca en su historia, a raíz que los
grupos insurgentes en especial la guerrilla de la Farc, eran frecuentes las
poblaciones tomadas, impedían la movilización vehicular en horas de la noche,
hacía paros armados, ordenaban suspender
la comunicación entre los municipios, derribamiento de torres de energía donde
el gobierno nacional como el departamental eran impotentes de conjurar ese desorden.
El gobierno departamental en
cabeza de Cornelio Trujillo en 1988, fue reemplazado por el coronel Eddie
Alberto Pallares Cote, pero no fue suficiente la bota militar para aplacar la
beligerancia de los grupos subversivos que ordenaban a los candidatos y a las
alcaldías no hacer proselitismo político sino querían ser declarados objetivos
militares, hubo varios asesinados y luego alcaldes que corrieron la misma
suerte.
En este desorden público y
de violencia, Hernando Turbay fue quien más bajas tuvo con líderes destacados
como el capitán Gustavo Artunduaga Paredes, quien expuso su candidatura para la
alcaldía de Florencia, creyendo que respetarían su limpia hoja de vida, de toda
una vida, no fue suficiente para ellos, para asesinarlo el 18 de enero, en plena luz
del día, en su granja de experimentación
ubicada en las goteras de Florencia, donde realizaba pruebas de avance
tecnológica en el sector pecuario, como la inseminación artificial y la cría de pescado
en estanques.
En ese período el partido
liberal perdió a muchos de sus dirigentes en los diferentes municipios y ya
nadie quería aceptar la postulación a ser candidato a las alcaldías en especial
la de su capital, siendo Hernando Turbay Representante a la Cámara y jefe de
este partido, toma la decisión de renunciar a la participación de las
elecciones (1988) si el gobierno nacional no le daba las garantía necesarias
para continuar en la contienda electoral, cuando nadie aceptaba, porque sabían que corría con la misma suerte del
capitán Gustavo Artunduaga.
El ejercicio periodístico
por más de 3 décadas, me ha permitido ser testigo de las diferentes
administraciones municipales, por elección popular, esto me permite dar testimonio de ese proceso de cambio entre
los nombrados por decreto y los elegidos por voto popular.
Los hombres se conocen por
los retos que tomen en los momentos difíciles de su vida, apareció un valluno
que había llegado a la capital del Caquetá en 1985 en plena semana santa a
permanecer, por un período corto, pero este se
prolongó a raíz de ser candidato
por el partido liberal, el cual fue elegido y pasar ser el primer alcalde popular de Florencia, quien le recibió a Luis
Antonio Serrano Morales, el último alcalde nombrado por decreto.
Ya han pasado 28 años desde
aquel primero de junio de 1988 cuando los alcaldes de Colombia tomaban posesión
de sus cargos, una novedad jurídica para la época, antes los nombramientos se
hacían según el color rojo o azul donde imperaba la dedocracia del político o cacique de cada departamento y
para el Caquetá, Hernando Turbay Turbay, quien representaba a esa clase,
después de haber iniciado su carrera política a principios de la década del 60
como secretario de agricultura de ese entonces intendencia.
El apellido Turbay era
reconocido en el ámbito nacional, por Julio César Turbay Ayala, quien había
sido presidente de Colombia, pariente de Hernando, aprovechando esa coyuntura familiar, la empleó
con el presidente Virgilio Barco Vargas, en ejercicio para conseguir los
recursos necesarios y así proyectar a la Florencia del siglo XXI, que gran
parte de esas obras construidas hoy son representativas de la capital como el
Plan Maestro de acueducto y alcantarillado que hoy está funcionando a pesar de haber cumplido su vida útil.
Pero otras de no menor
importancia la construcciones del Palacio de Justicia, el Terminal de
Transportes, la ampliación del hospital María inmaculada, cárcel del Cunduy, la
Concha Acústica de Bellas Artes.
El alcalde José Constantino
Arias Arias, su período pasó con altibajos administrativos sin dejar rastro que
pueda identificarse en la historia de Florencia, luego lo sucedió Nestor Javier
Bahos Melo recordado por ser el alcalde donde ocurrieron los primeros escándalos
de corrupción en la contratación de su secretario de obras por el cual fue
destituido y encarcelado, y terminó el período el economista Eduardo Florez
Correa.
Las administraciones
turbayistas llegaron a su fin, para darle paso a Héctor Orozco Orozco Orozco,
quien le dio dinamismo a su gobierno con
un equipo que estuvo acorde a los planes de desarrollo como la construcción del
hospital Comunal Malvinas, el puente vehicular sobre la quebrada el Raicero,
bautizado con el nombre Fray Doroteo, el barrio la Victoria. La parte cultural
tuvo entre sus prioridades, para crear en los habitantes un sentido de
pertenencia.
Lucrecia Murcia Lozada, una
aguerrida mujer, abogada de profesión, quien militó por muchos años al lado de
Hernando Turbay, llega a la alcaldía sin su respaldo turbayismo pero su gobierno se vio envuelto en
el escándalo por haber sobornado algunos concejales para que apoyaran sus
proyectos de Acuerdo, donde fue vinculada a un proceso penal que fue precluido
el 24 de mayo de 2011 por el Tribunal Superior de Cundinamarca en segunda instancia.
Ella se defiende que la grabación hecha en su despacho, era para demostrar el grado de corrupción por parte de algunos
concejales, como ha venido sucediendo hasta llegar con los ediles del
centenario, hoy privados de la libertad. Este hecho empañó su labor como
alcaldesa, a pesar que en su gobierno se hicieron varias obras y la más
destacadas como la Ciudadela Habitacional Siglo XXI.
El alcalde del nuevo milenio,
Álvaro Pacheco Álvarez, quien le correspondió ser el alcalde del centenario de
la fundación de Florencia y su Plan de Desarrollo se quedó por fuera de esta
fecha importante, sin embargo alcanzó a dejar el cambio de imagen de la ciudad,
en cuanto la recuperación del espacio público en la plaza de mercado La
Concordia de sus alrededores y ubicarlos en el Centro Comercial La Perdiz a
quienes los había desalojado, la construcción de andenes peatonales en el
centro de la ciudad y en la vía Florencia-Suaza sobre la comuna nor-oriental y
la instalación de los primeros semáforos con el fin de controlar la movilidad vehicular.
Cada loro en su estaca es un
refrán cuyo significado es cada quien con lo que le corresponde. Arnoldo
Barrera Cadena comienza su vida en la emisora La Voz del Caquetá, aun siendo
niño en una semana santa dando la hora y
colocando música religiosa, un largo recorrido en varias emisoras del país,
hasta cuando dejó el micrófono para entrar a la política aspirando al senado.
Luego lanzó su nombre a la
alcaldía de Florencia, donde puso en marcha campañas que había realizado como
“un pueblo sin historia, es un pueblo sin futuro” y “Florencia necesita quien
lo quiera” eslogan que le sirvió de sustento publicitario, presentándose como
el mesías de los florencianos. Su falta de experiencia administrativa lo llevó
a ser recordado como el alcalde del TERCER PUENTE, obra que fue el nido de corrupción,
de esta y de la siguiente administración.
Gloria Patricia Farfán
Gutiérrez, llega a la alcaldía con el respaldo del parlamentario Fernando
Almario Rojas, que compromete todo su capital político adquirido como diputada,
que en los primeros meses se esfuman porque quienes votaron por ella, sintieron
que las había abandonado de su propuesta social.
Con este gobierno comienza
el debacle de deshonestidad al punto de ser separada del cargo y el gobierno
departamental en cabeza de Germán Medina encarga a Edilberto Ramón Endo, quien
se ve envuelto en escándalos de corrupción y termina el período Oscar Vásquez
Arias. Lo poco que logró realizar como el gas domiciliario queda en entredicho
el contrato con Alcanos.
Recibe María Susana Portela
con bombos y platillos, en ceremonia que se cumple en el parque San Francisco
por el partido de la U que dirigía el exparlamentario Antonio Serrano Morales y al
día siguiente comienza a ordenar como en la vida militar, lo que ella decía,
junto con su hermana y su esposo, los demás empleados, y secretarios eran para
que cobraran el sueldo y asistieran a los consejos de gobierno.
El tiempo que permaneció
como alcaldesa, estuvo involucrada en escándalos de corrupción de toda índole,
que hoy se encuentra privada de la libertad en una cárcel de Bogotá,(actualmente
detención domiciliaria) junto con los algunos de los concejales y su marido,
vino a terminar el período Leonilde Polo. Se le recordará como la alcaldesa que
no se dejó revocar su mandato, porque todos los corruptos se amangualaron para
impedirlo.
El actual mandatario de los
florencianos, Andrés Mauricio Perdomo Lara, perteneciente al partido Centro
Democrático, cuando termine su primer año se podrá evaluar mientras tanto, le
toca solucionar los múltiples problemas dejados por administraciones anteriores
y en eso pasará los cuatro años.